“La lengua del feminicidio utiliza el significante cuerpo femenino para indicar la posición de
lo que puede ser sacrificado en aras de un bien mayor, de un bien colectivo, como es la
constitución de una fratría mafiosa. El cuerpo de mujer es el índice por excelencia de la
posición de quien rinde tributo, de víctima cuyo sacrificio y consumición podrán más
fácilmente ser absorbidos y naturalizados por la comunidad.”
-Rita Segato